viernes, 25 de septiembre de 2015

Alas de música

Ofra Amit 



A veces todavía me sorprende el recuerdo de la circunstancia impredecible en la que tuve contacto con mi historia. La pequeña y miserable historia de mi vida. Son esos días que uno no espera ni planifica. Suceden. Nunca tiene uno planes para enterarse y saber lo que no se quiere.
Por qué querría enterarme de aquella intimidad de mi madre. Algo que ella probablemente jamás me hubiera contado.

Cuando termino de dar mis clases, y mis alumnos se toman la libertad de hacerme preguntas que de alguna manera aumentarían nuestro mutuo conocimiento y confianza, me apremia el sentimiento de detener ese avance desmedido de intimidad; de ningún modo es mi deseo repetir la historia por tercera generación. Hoy, sin embargo, me asalta una vez y otra la pregunta sobre qué mujer es verdaderamente dueña de su destino. No estaría -de alguna manera que escapa a nuestra voluntad- escrito que, en nuestra familia de mujeres, solo formáramos parte de una cadena infinita de mujeres solas que paren mujeres solas. Mujeres eslabones de mujeres, mujeres pianistas, mujeres con nuestras salas de piano, mujeres que quizás unas tras otra tuviéramos que marchar de pueblo en pueblo creando simientes sin padres y pequeñas alas de música.

Quién sabe.




ejercicio sobre la lectura de "La acompañante" de Nina Berberova (1935)

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